El impacto directo de un rayo provoca daños en las estructura (edificios, telecomunicaciones, industrias…). El rayo genera severos efectos térmicos, eléctricos y mecánicos, en función de su energía durante la descarga.
Por todo ello, es importante contar con un pararrayos, que conduce la descarga producida por el rayo hacia la tierra, evitando que cause daños a las personas o construcciones.
PARARRAYOS CON DISPOSITIVO DE CEBADO
Este tipo de pararrayos, cumpliendo la normativa vigente UNE 21 186/96, incorpora un dispositivo de cebado (PDC), que garantiza una mayor altura de impacto del rayo, aumentando así el área de cobertura y facilitando la protección de grandes áreas.