Una buena iluminación es imprescindible, a la vez que realza la belleza arquitectónica de cualquier espacio, especialmente cuando hablamos de una iglesia.
La iluminación LED proporciona una cantidad de ventajas frente a la iluminación de incandescencia tradicional:
- Menos consumo y larga duración, lo que asegura un gran ahorro.
- Mayor luminosidad.
- Eficiencia, ya que la energía se emplea en generar luz, no calor.
- Respeto al medio ambiente. Reduce la emisión a la atmósfera de sustancias químicas.
- Ecología. La luz se concentra en la zona deseada, evitando la contaminación lumínica.
- Gracias a la luz LED conseguimos una amplia gama de colores.





